lunes, 17 de septiembre de 2007

¡Oh, Dios mío!

¡Mire donde mire sólo veo balones de baloncesto! Menos mal que ya acabó el europeo y puedo desintoxicarme un poco.

Llega un momento en la vida en que hay que reconocer nuestras adicciones y pecados. Yo estoy cerca de dar ese paso.

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