Ayer cogí unas golosinas en la entrada del cine de Megapark, en Barakaldo. Un par de puñaditos nada más. El dependiente los pesó y me dijo que eran 98 céntimos. Ni pensé si era mucho o no hasta que nos sentamos en el cine a esperar que empezase la película. Entonces me puse a contar cuantas gominolas había cogido, 10. Diez gominolas de estás que se venden a 5 céntimos en todas las tiendas.
Así que lección aprendida, a peso las gominolas cuestan practicamente el doble. Sabía que eran más caras, pero no esperaba que lo fuesen tanto.
domingo, 1 de febrero de 2009
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