Según
se acerca el verano uno de los grandes fallos que solemos cometer es la
intención de hacer todo a la vez con intención de llegar a punto a junio y
poder lucir un cuerpo de gimnasio. Esto es uno de los fallos más importantes
que se comete en los entrenamientos, no solo las prisas de última hora, sino el
lanzarse a una hilera de fallos cuando llega el momento de apurar los
entrenamientos.
Todo a su tiempo
No es
buena solución el juntar la sesión de pesas con el cardio. Envolverse en
toallas y abrigos para levantar las pesas no nos ayudará a perder peso a la vez
que ganamos músculo. Esta práctica cada vez más habitual solo nos haré perder
líquido, que iremos ganando el resto del día, arriesgarnos a calambres y
levantar menos peso.
En el
caso de algunos profesionales o personas con una rutina muy trabajada puede
funcionar, pero seguramente, si se te ha pasado esa idea por la cabeza, no es
la mejor solución para ti.
Que pasen horas entre un entrenamiento y otro
Nuestra
recomendación para ganar músculo a la vez que perdemos peso es realizar la
sesión de pesas por la mañana y running o bicicleta a última hora de la tarde.
Por medio, alimentarse bien en hidratos para fortalecer los músculos y tener
energías para la carrera. Puede parecer ilógico buscar una buena cantidad de
hidratos de carbono si vamos a perder peso, pero con la carga de musculación de
la mañana y la carrera de la tarde el cuerpo irá quemando lo que no necesita.
Uno de
los mayores riesgos que podemos encontrar es la falta de energías por una mala
alimentación y, sobre todo, la falta de líquidos. Aunque nos pasemos el día
yendo al baño, so realizamos dos sesiones de ejercicio debemos ingerir más de
dos litros de agua al día.
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