Las
agujetas son uno de los principales motivos de queja por los que comienzan a
realizar un deporte. El andar patizambo al día siguiente de correr o las quejas
por no poder levantar los brazos después de un par de sesiones de pesas son
pequeñas molestias que todos sufrimos cuando empezamos a realizar un deporte o
retomamos tras unas semanas de descanso. ¿Pero se pueden evitar?
Las agujetas son inevitables
Las
agujetas son inevitables. Aunque podamos atenuar sus molestias y realizar
pequeños trucos que ayuden a reducirlas, debemos tener en cuenta que vendrán.
Pero lo primero que debemos pensar es que las agujetas no son tan molestas y
tienen caducidad. En la continua práctica de un deporte las agujetas solo
aparecen las dos primeras semanas, después son cosa del pasado y no vuelven a
aparecer más que en situaciones en las que llevemos el cuerpo más allá de los
límites.
El
mejor modo de evitar que las agujetas se prolonguen durante días es no dejar de
hacer ejercicio. Si nos ejercitamos un día y luego no hacemos nada en tres o
cuatro, las sufriremos durante esas jornadas; en cambio, si no descansamos, no
irán más allá de las 48 horas.
Trucos caseros para las agujetas
Antes
se decía eso de que un vaco con azúcar ayudaba, o unas aspirinas. Quizá en
algunos casos la aspirina pueda mitigar las molestias por unas horas, pero no
son solución. Lo mejor es tomar alimentos o batidos con proteínas y una alta
cantidad de hidratos de carbono. Poder alimentar con calidad a los músculos
ayuda a que se recompongan antes y logren superar los días de fatiga.
Pequeños
detalles que también ayudan son el levantar un poco las piernas para mejorar la
circulación o estirar un par de veces al día. Mejorar la flexibilidad y tensar
los músculos logra que se mitiguen algo antes.
Pero
tal y como hemos comentado, las agujetas no son para tanto, que no te alejen
del deporte.
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