
La historia es de lo más típica: Un amigo del detective Mike Hammer es asesinado y éste se marca como objetivo vengarse, matar al asesino. El protagonista es un un hombre sin compasión, le gusta jugar con los sentimientos femeninos y golpear con extrema violencia a quien se le ponga por delante. Carece de corazón, es vulgar y piensa que una nariz rota puede ayudar a responder a sus preguntas. El autor no justifica en ningún momento el salvaje comportamiento de su protagonista, nos lo muestra e incluso parece vanagloriarse de él. Junto a este personaje nos encontramos a un sensato policia, una femme fatale, una ninfómana, una secretaria enamorada y más personajes con los que no se logra empatizar.
A pesar de su estilo totalmente pulp, la novela me ha gustado por la buena labor del autor. Apostaría a que Mickey Spillane fue una persona a la que no merecía la pena conocer, pero sólo por la franqueza con que escribe ya merece la pena leer su novela.
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