El segundo capítulo es levemente inferior en calidad al piloto. Hank Moody continua inmerso en su crisis existencial y sin poder escribir, los personajes se hacen familiares y nos muestran cual va a ser entorno familiar y cercano al protagonista, que continua insaciable en su cinismo y actividad sexual.
El escritor se compromete a crear un blog en una conocida revista californiana, muy del estilo de "Sexo en NY" (aunque a lo burro) o las columnas de Spider Jerusalem, veremos a dónde nos lleva todo eso.
Como botón del capítulo nos quedamos con el contacto sexual que tiene el protagonista con la ciencióloga, que pasa del erotismo al patetismo en dos simples golpes de efecto para lograr que acabemos con una sonrisa en la boca.
La seguiré, sin duda.
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