sábado, 12 de julio de 2008

La vida interior de Martin Frost.

Como gran aficionado a la obra de Paul Auster no podía dejar pasar la película, no pude verla en el cine y me hice con ella hace unos días.
No me ha encantado, aunque tampoco puedo decir que sea una decepción, simplemente me he quedado con una sensación algo agridulce. El problema está en que la historia que nos cuenta Auster no es suficiente para hacer una película, quizás podría valer para un cortometraje, pero no mucho más. Es una historia minimalista y parca en detalles y personajes, que a pesar del característico estilo con el que se nos cuenta, consigue hacernos sonreir.
Martin Frost es un escritor que tras escribir una novela decide aislarse en la cabaña de unos amigos. Cuando se despierta una mañana hay una desconocida junto a él en la cama y ahí empieza la historia. ¿Quién es ella? ¿Qué escribe Martin Frost nada más conocerla? ¿Existen las musas y ángeles?
La película no desentona con la filmografía y las novelas del autor, su mano es reconocible en la boca de todos los personajes, y sólo por eso me gusta. ¿Qué voy a hacerle si soy un fan?

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