Soy un admirador de Ballard desde siempre, sus novelas hicieron el mismo efecto en mi adolescencia que las de Franz Kafka: me descubrieron un mundo que estaba bajo la superficie en el que se podían entender ciertos aspectos de la vida que me eran indescifrables. Leer sus novelas de catástrofes y la grandiosa Crash me marcaron de tal manera que, la verdad, no sé si ha sido para bien.
El caso es que Mondadori ha publicado su autobiografía, no sé cuanta gente la habrá comprado, pero a mí, como fan del autor, me ha resultado muy interesante. La novela, porque toda autobiografía acaba siendo eso, está narrado con el clásico estilo de Ballard, frio y analítico. Aunque no sé si es por la edad o porque es así en persona, se filtra cierta imagen compasiva y amable del autor que llama la atención.
Una gran parte del libro lo dedica a narrar su vida en Shanghai y las experiencias que sufrió durante la II Guerra Mundial. Es muy clarificador para comprender toda su obra posterior. Aunque se extiende tanto que la narración de su vida como escritor me resultó algo corta. Es como si pasase por encima de su trabajo para centrarse más en su vida personal y sus hijos, lo que no puede ser criticable, aunque busquemos otra cosa.
Y el final, con la frase "Doy gracias por pasar mis últimos días de vida bajo los cuidados de este médico decidido, sabio y bondadoso", se nos clava dentro del pecho. Porque es una despedida, lo último que leeremos de este autor.
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