
El caso es que Mondadori ha publicado su autobiografía, no sé cuanta gente la habrá comprado, pero a mí, como fan del autor, me ha resultado muy interesante. La novela, porque toda autobiografía acaba siendo eso, está narrado con el clásico estilo de Ballard, frio y analítico. Aunque no sé si es por la edad o porque es así en persona, se filtra cierta imagen compasiva y amable del autor que llama la atención.
Una gran parte del libro lo dedica a narrar su vida en Shanghai y las experiencias que sufrió durante la II Guerra Mundial. Es muy clarificador para comprender toda su obra posterior. Aunque se extiende tanto que la narración de su vida como escritor me resultó algo corta. Es como si pasase por encima de su trabajo para centrarse más en su vida personal y sus hijos, lo que no puede ser criticable, aunque busquemos otra cosa.
Y el final, con la frase "Doy gracias por pasar mis últimos días de vida bajo los cuidados de este médico decidido, sabio y bondadoso", se nos clava dentro del pecho. Porque es una despedida, lo último que leeremos de este autor.
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