Si obligamos a los demás a actuar, se tiene el control. Siempre es mejor hacer que nuestro oponente venga hacia nosotros y que abandone sus propios planes en el camino. Hay que atraerle con ricas ganancias y luego atacar. Nosotros tenemos las cartas.
Basicamente es mostrar un poco las cartas, generar curiosidad en los demás y luego tener paciencia necesaria para esperar a que vengan ellos a tí. Lo de la paciencia es importante, ya que no debemos dejar que la ira, la curiosidad o las prisas alteren todo nuestro proyecto. Quien sabe esperar triunfa. Pero mientras esperamos hay que seguir trabajando y trabajando. La espera es lo que los demás deben ver. Como al ligar, vamos.
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