Todo se juega por la apariencia; lo que no se ve no tiene valor. Por lo tanto, no es bueno perderse entre la muchedumbre ni quedar en el olvido. Hay que destacar. Llamar la atención a toda costa. Hay que convertirse en un imán que atrae la atención porque parece más grande, más colorido, más misterioso que las masas tímidas y blandas.
Crear sensaciones con los conocidos para que la gente de fuera sienta la atracción hacia ti. Que se acerquen dudando sobre cómo serás, luego muestrate misterioso y espectacular a la vez. Pero ya sabes que deber ser interesante, no exageres ni te conviertas en un bufón. Me parece que es un ley muy complicada de calibrar, la verdad.
Y ya.
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