Hay que utilizar la sabiduría, el conocimiento y el trabajo de los demás en beneficio propio. Este apoyo no só ahorra tiempo y energía, sino que produce un aura divina de eficacia y rapidez. Al final los ayudantes quedarán en el olvido y nosotros seremos recordados. Nunca debemos hacer nada que puedan hacer los demás por nosotros.
Un punto muy peculiar y teoricamente fácil de manejar. Que otros hagan el trabajo y tú muestrate a la cabeza, siempre hablando bien de los demás, casi con condescencia. Poco a poco parecerá que eres el lider y persona que lleva todo el cotarro de la situación. No te expongas demasiado y haz como que intentas ocultar los fallos de los demás, buscando la curiosidad de los superiores, a la vez que su complicidad. Esto es de cosecha propia, una táctica que utilizo a veces. No juzguéis.
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