He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer. no he sido
feliz. Que los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.
Mis padres me engendraron para el juego
arriesgado y hermoso de la vida,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. no fui feliz. Cumplida
no fue su joven voluntad. Mi mente
se aplicó a las simétricas porfias
del arte, que entreteje naderias.
Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
la sombra de haber sido un desdichado.
(El remordimiento, de Jorge Luis Borges - 1899/1986)
sábado, 26 de abril de 2008
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