Están dando en Cuatro ¡Viven!. Pocos desconocerán de qué trate esta agradable película: el accidente de avión en Los Andes, la perdida de esperanza, el canibalismo, la lucha por la supervivencia... Eso. Al ver lo que tardaban en empezar a comer a los muertos y cómo descubren que no les queda otra, me he preguntado que haría yo en esa situación.
La verdad es que no he tardado mucho en decidir, puede que haya influído el hambre que tengo en este mismo momento, pero creo que recurriría al canibaslismo sin demasiadas dudas.
Dilemas religiosos no es que tenga, soy un ateo convencido y me he criado en una familia que nunca me ha dado valores cristianos, no estoy ni bautizado. ¿Escrúpulos? Hombre, pues alguno, pero vamos a ver, qué prefiero, comer algo asqueroso a morirme de hambre, debe ser una de las maneras más horribles de morir, y más teniendo a unos metros algo de comida. Sí que me desagradaría comer carne fría, congelada, pero quizás eso ayude a que sea más insípida y entre mejor. Al final nos comemos a las vacas, los cerdos, los caballos... No somos mucho más asquerosos por dentro que ellos.
La pega real que le encuentro sería la situación de tener que comerme a algún familiar. Intentaría empezar por los de otro (sí, sé que suena mal). Pero si llegase el momento de tener que comerme a mi padre, por poner un ejemplo, creo que lo haría. En caso de que fuese al reves yo comprendería que él lo hiciese. Estoy muerto, ¿qué tengo que perder? ¿El orgullo? ¿Iré al infierno? ¿No descansaré entero en una tumba? Quiero que se donen mis organos y luego me incineren.
Llegado el momento comería, aunque me jodiese, pero es pura supervivencia sin hacer daño a nadie. Aunque con el hambre que tengo ahora no sé si tardaría más de un día en empezar el banquete....
sábado, 25 de octubre de 2008
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