"Escrutaba la locura en busca de la palabra, el verso, la ruta" No es un mal título, ¿verdad? Esta extensa recopilación de poemas del gran Charles Bukowski está escrito cuando la vida del autor estaba llegando a su fin. Ya había dejado atrás las borracheras, las peleas y el ir de mujer en mujer. Ahora era un anciano admirado, asiduo al hipódromo, aficionado al alcohol y que seguía peleando por comprender el mundo.
Bukowski ha sido uno de los autores que más me ha marcado. Con esa literatura tan sucia y cercana, llena de rabia y puños cerrados, me redescubrió el placer por la lectura, la sensación de que había autores que expresaban lo que uno podía sentir hacia el mundo. Además coincidió con mi entrada al mundo laboral, que fue muy decepcionante, por lo que me pilló en el momento ideal.
Volviendo al libro, estos poemas nos hablan sobre la cercanía de la muerte, la fascinación por otros autores y el pasado, lleno y lleno de recuerdos que el autor cuenta sin remordimientos, pero también sin pasión. Como él mismo contaba en otro libro suyo, pasaba las noches en una habitación escribiendo poemas y poemas en su nuevo ordenador mientras escuchaba música clásica. ¿Qué podía encontrar en aquellos momentos y a su edad? Sólo recuerdos.
Un gran libro, pero no del Bukowski salvaje, sino del anciano que recuerda esos años.
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