Sí, después de la absoluta decepción con la lectura de Endymion, me he metido con la lectura de este tocho de casi mil páginas. Última novela de la saga Los cantos de Hyperion y donde se cierra la trama sin dejar una puerta abierta a más novelas.
El estilo de la novela es similar a los anteriores, con esa rápidez narrativa pero afortunadamente obviando las larguísimas descripciones que lastraban la novela anterior. Afortunadamente, esta novela aburre menos y se hace menos desesperante, aunque no deja de ser bastante floja.
La historia se cierra de una manera más o menos aceptable, dependerá de lo estricto de la lupa con que se mire. Aunque me resulta sorprendente que con lo larguísima que es la novela y las descripciones y situaciones de relleno que hay, el final resulte algo precipitado. Muy al estilo de Neal Stephenson.
Lo dicho, ¿por qué diablos me he leído la novela? Porque sabía lo que me iba a encontrar y necesitaba una novela larga y no demasiado adictiva mientras me mudaba. Para meterme pequeños chutes de lectura pero que no me importase dejarla apartada durante días.
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