Después de leer la trilogía "Verdes valles, colinas rojas" Ramiro Pinilla se convirtió en uno de esos autores de los que me compraría cualquier libro que publicase. Pasé por "La higuera" y ahora me he leído "Antonio B. El ruso. Ciudadano de tercera". Éste es un libro distinto a los que se publica hoy día, es un libro bien gordo, escrito casi como un folletín, repetitivo a más no poder y escrito desde el subjetivisímo punto de vista y forma de hablar del personaje en que se basa el libro. La novela nos cuenta la vida de Antonio, nacido en La Baña (durante los primeros años del franquismo) en la más absoluta miseria. Obligado desde niño a robar a sus vecinos para poder comer, enfrentado al hijoputa del cura y buen conocedor del cuartelillo de la Guardia Civil.
Podemos leer sus infancia, terrible adolescencia y una madurez llena de delitos y tantos tropiezos que no se puede evitar sentir compasión por él.
Antonio no tiene más opciones que robar, su familia vive en una pobreza extrema y su madre (prostituta de profesión) no siente ningún cariño hacia él. Los robos y visitas al cuartelillo se repiten una y otra vez, aunque no llegan a aburrir, pero llega un punto en que todo se rompe y llegan las durísimas escenas en las que es brutalmente torturado, va de prisión en prisión y acaba en un manicomio (aunque no esté loco) en el que se encuentra a los peores hijos de mala madre con sotana posible.
La novela se hace larga, pero es muy divertida y entretenida. Además está escrita en distintas escenas que van pasando a un ritmo endiablado, por lo que la acción transcurre con brutal rapidez.
Es buena, muy buena. Ojalá recuperen más obras de este grandísimo autor.
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