No tenía ni idea de que Telefónica, por fin, estaba planeando meter fibra óptica dentro de los domicilios. En esa área daba a la compañía por muerta y superada por las empresas de Cable con su cable coaxial, que aunque no funciona tal y como prometen, si resulta mucho más fiable que el cable de pares de Telefónica es el utilizado por casi todas las compañías de ADSL.
Recordemos que empresas como Euskaltel animan al cliente a conectarse con su fibra óptica fantasma, esa que no llega a los domicilios aunque es anunciada en la portada de su web.
El caso es que ayer tuve en mis manos uno de los planos para instalar en los patinillos de un edificio de nueva construcción la red de fibra óptica para Telefónica. Una tirada vertical con distribuidores en cada piso para poder echar el cableado desde ese punto hasta el ordenador cuando llegue el momento.
Yo, que he instalado para casi todas las compañías, soy algo escéptico con esta clase de novedades y no me había hecho a la idea de cómo instalar la débil fibra por los domicilios. Cuando he trabajado con ella siempre tenía que dejar amplios ángulos en todas las curvas y muchísimo cuidado al recoger las cocas sobrantes de cable. Pues he tenido en mis manos un trocito del cable que de va a utilizar en las instalaciones y... está bien. El grosor del cable viene a ser algo similar a la mina de un bic y apoyándolo en una esquina de 90º en una pared normal no sobresale apenas. Me ha convencido, sin duda. La única pega, y resultará serlo al instalarlo, dejando aparte los costes y la herramienta necesaria, es que el cable es rojo. Rojo clarito, muy llamativo a la hora de colocar por la casa.
Se barajan velocidades superiores a 70megas.
¿Será verdad? ¿Llegaré a verlo instalado en mi casa? ¿Telefónica es el pasado, pero también será el futuro?
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