miércoles, 7 de noviembre de 2007

48- Rant, de Chuck Palahniuk.

Como la mayoría de sus lectores, descubrí a Chuck Palahniuk después de la sobresaliente adaptación cinematográfica que hizo David Fincher en El club de la lucha. Desde que vi aquella película he leído los siete u ocho libros que han publicado por aquí, unos maravillosos (Asfixia, Club de Lucha, Error humano) y otros menos (Fantasmas, Nana, Diario, una novela), pero todas con un estilo muy personal y lleno de mala leche.

Bien, pues esta novela es de las buenas. Es más, diría que la primera mitad es lo mejor que ha escrito Palahniuk, aunque las traducciones de Javier Calvo ayuden.

Antes de nada comentar que para la edición española no han respetado la portada estadounidense (la que he colgado aquí), y en la contraportada han colocado un texto que contradice el mensaje del libro: ¿No hay veces en que desearías no haber nacido?

La primera parte de la novela cuenta la infancia de Rant, un niño extremadamente inteligente que disfruta dejándose pinchar y morder por insectos y animales, poniendo bocabajo la economía local y contagiando la rabia. No es un niño que hubiese deseado no nacer, es un niño que quiere vivir cada momento. Durante esta primera parte el estilo conciso y salvaje del autor brilla y hasta se puede soltar una carcajada con algunas frases.

La segunda parte es una locura. Rant se va del pueblo en el que nacio a una ciudad, se une a pandillas que disfrutan chocando con sus vehiculos, sale con una prostituta deforme, se hace exterminador, descubre... La novela se descompone, el orden se pierde y nos asaltan mil planteamientos distintos.

En la segunda parte podemos encontrar multitud de guiños más o menos evidentes a otros libros, así como una crítica bastante evidente a la politica estadounidense actual. Entre otros, podemos ver homenajes a eXistenZ, Crash, un tufillo muy Club de la lucha, la propia Biblia, las películas de zombies, Ambiente, para terminar con los viajes en el tiempo al más puro estilo Robert A. Heinlein.

Su mejor novela desde Asfixia, un autor al que necesitamos.

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