domingo, 30 de noviembre de 2008

Leyendo Milagros de Vida.

Me he encontrado con un parrafo que me ha hecho gracia, aunque sea una puta tontería:

"Cansado de todo ello, y considerando que la discusión acerca de las drogas estaba lista para una pequeña parodia, propuse a MArtin Bax que Ambit debería organizar un concurso para premiar el mejor poema o relato escrito bajo el efecto de las drogas; una propuesta razonable, dado el elevado número de reivindicaciones hechas por gurúes rivales de la cultura underground. Esta vez lord Goodman, apañador legal del primer ministro Harold Wilson, denunció a Ambit por cometer una travesura pública (un delito) y nos amenazó con llevarnos a juicio. El concurso se organizó con seriedad, y las drogas empleadas abarcaron desde las anfetaminas a las aspirinas. La ganadora fue la novelista Ann Quin, con un relato escrito bajo el efecto de la píldora anticonceptiva.

(Milagros de vida, J.G Ballard.
Traducido por Ignacio Gómez Calvo.
Mondadori. 2008)

9- Ganar a través de la acción, nunca de la discusión.

Cualquier triunfo momentáneo obtenido por una discusión no es más que una victoria pírrica: el resentimiento y la animadversión que se crean son más fuertes y duraderas que cualquier cambio momentáneo de parecer. Tiene mucho más poder hacer que los demás cambien de opinión a través de las acciones, sin decir una palabra. Hay que demostrar, no explicar.

Hablar y hablar no lleva a ningún lado, nadie puede convencer a otra persona para que cambie en algo importante de su vida, y es raro que nos crea ante cualquier tontería por muchos argumentos que le demos. Si estás sentado con tus conocidos o tus jefes, no les discutas nunca. Da un sólo argumento y escucha todo lo que tienen que decir, si tú tienes razón, las acciones futuras lo demostrarán. ¿Para qué vas a perder el tiempo?

Ah, y no discutas nunca de política, jamás.

sábado, 29 de noviembre de 2008

8- Hacer que los demás vengan a uno (poniendo un cebo si es necesario).

Si obligamos a los demás a actuar, se tiene el control. Siempre es mejor hacer que nuestro oponente venga hacia nosotros y que abandone sus propios planes en el camino. Hay que atraerle con ricas ganancias y luego atacar. Nosotros tenemos las cartas.

Basicamente es mostrar un poco las cartas, generar curiosidad en los demás y luego tener paciencia necesaria para esperar a que vengan ellos a tí. Lo de la paciencia es importante, ya que no debemos dejar que la ira, la curiosidad o las prisas alteren todo nuestro proyecto. Quien sabe esperar triunfa. Pero mientras esperamos hay que seguir trabajando y trabajando. La espera es lo que los demás deben ver. Como al ligar, vamos.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Doctor Deseo.

Doctor Deseo es el gran grupo bilbaino. Con varias décadas a las espaldas y la ciudad de Bilbao, en sus distintas transformaciones, siendo cantada en casi todos sus discos, forman parte de la memoria colectiva de la ciudad. Como su nombre indica, es un grupo caliente, entre sus temáticas habituales estan el sexo, las drogas, la prostitución y los perdedores -en todos los campos posibles-, pero siempre desde una mirada elegante y, en ocasiones, muy poética. Se debe reseñar, que es de los pocos grupos vascos (que tocando rock en la década de los 80, y en gaztetxes) que siempre se ha mantenido alejado de la política, sin posicionarse a un lado y otro. La batalla interior de Francis -vocalista y alma del grupo- es la lucha por el placer y cierta ambigüedad sexual cada vez más clara.

jueves, 13 de noviembre de 2008

7-Conseguir que otros hagan el trabajo y llevarse el mérito.

Hay que utilizar la sabiduría, el conocimiento y el trabajo de los demás en beneficio propio. Este apoyo no só ahorra tiempo y energía, sino que produce un aura divina de eficacia y rapidez. Al final los ayudantes quedarán en el olvido y nosotros seremos recordados. Nunca debemos hacer nada que puedan hacer los demás por nosotros.

Un punto muy peculiar y teoricamente fácil de manejar. Que otros hagan el trabajo y tú muestrate a la cabeza, siempre hablando bien de los demás, casi con condescencia. Poco a poco parecerá que eres el lider y persona que lleva todo el cotarro de la situación. No te expongas demasiado y haz como que intentas ocultar los fallos de los demás, buscando la curiosidad de los superiores, a la vez que su complicidad. Esto es de cosecha propia, una táctica que utilizo a veces. No juzguéis.

34- La bestia debe morir, de Nicholas Blake.

La bestia debe morir. El hombre que ha atropellado a tu hijo y ha huído debe ser castigado, te llamas Frank Cairnes, eres escritor de novela negra y tu único objetivo en la vida va a ser consumar la venganza.

Ésta quizas ser la novela más conocida de Nicholas Blake, es una historia muy tramposa cuya resolución se puede adivinar a mitad de libro, aunque intente jugar con el lector de una manera bastante evidente. La novela se divide en dos partes bien claras, la primera es el diario del protagonista en el que cuenta sus motivaciones, cómo averigua quien es el asesino de su hijo y sus planes. La segunda es una narración en tercera persona en el que se narra la resolución del libro.

Es un buen libro para estudiar las distintas formas narrativas que utiliza el autor y los distintos anzuelos que va dejando el autor.

Muy entretenida.

martes, 11 de noviembre de 2008

Zarautz, olas, nubes y lluvia.

Que venga la mar y se lleve todo.

6- Llamar la atención a toda costa.

Todo se juega por la apariencia; lo que no se ve no tiene valor. Por lo tanto, no es bueno perderse entre la muchedumbre ni quedar en el olvido. Hay que destacar. Llamar la atención a toda costa. Hay que convertirse en un imán que atrae la atención porque parece más grande, más colorido, más misterioso que las masas tímidas y blandas.

Crear sensaciones con los conocidos para que la gente de fuera sienta la atracción hacia ti. Que se acerquen dudando sobre cómo serás, luego muestrate misterioso y espectacular a la vez. Pero ya sabes que deber ser interesante, no exageres ni te conviertas en un bufón. Me parece que es un ley muy complicada de calibrar, la verdad.

Y ya.

Nuevo radar de la Ertzaintza.

No sé si es cierto que este cochazo es el nuevo radar de la Ertzaintza. La fotografía me ha llegado en un mail en cadena que me ha reenviado un amigo. Pero si es, anda que no van a ir cómodos, ¿eh?

Por lo que lei el otro día en un artículo de un periódico, en los tramos de 80km/h la guardia civil tiene puestos los radares para que salten a 91km/h, mientras que nuestros queridos Ertzaintzas a 86km/h. En cuanto a la discriminación por clase (los camiones no pueden pasar de tal velocidad, los furgones de esta, los coches de...), los radares fijos no discriminan entre los vehículos. Si un camión va a 120km/h en un tramo de 120, no saltará el radar. Los únicos que sí discriminan son los radares que manejan desde los helicópteros.

En fin, a todos nos han pillado alguna vez.

viernes, 7 de noviembre de 2008

33- La subasta del lote 49, de Thomas Pynchon.

Otro libro del gran Thomas Pynchon que cae, ese gran autor desconocido cuya corta y brillante trayectoria literaria no deja de asombrarme. Un autor con su inteligencia y cierta paranoia interior que fluye por lo incoherente y divertido de su obra, de cuyo rostro sólo se tienen un par de fotografías antiguas. ¿Y qué más da que no tenga vida pública? ¿Desde cuando un autor tiene la obligación de mostrarse antes ante los medios de comunicación?

La subasta del lote 49 es un libro bastante accesible para comenzar con Pynchon, apenas tiene doscienta paginillas que una vez te metes en la historia se devoran en dos sentadas. Es la historia de una herencia inesperada que lleva a la agraciada protagonista a mezclarse con grupos anarquistas de vestimenta negra, actores que la quieren seducir, laberínticos pueblos y fábricas... que pasan ante nosotros sin saber de dónde vienen ni si influirán en la narración. Hasta que nos damos cuenta de que no hay una historia troncal, sólo son imágenes algo inconexas que nos llevan a un paranóico y divertido mundo en el que la historia es algo... surrealista. Por decirlo de algún modo.

Hay un principio claro, pero sabemos desde las primeras páginas que no hay final posible. Es imposible que lo haya.

Un placer leer a éste autor.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Bilbao como siempre.

Típico paisaje de Bilbao durante cuatro meses al año. ¿No es un poco triste? Esas calles mojadas, el cielo gris, la fea Ría subiendo y bajando, el tráfico que no avanza... Me encanta y la odio.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

5-Defender la reputación con la vida (muchas cosas dependen de ella).

La reputación es la piedra angular del poder. Sólo a través de una reputación se puede intimidar y ganar; una vez que se pierde, sin embargo, uno se vuelve vulnerable y blanco de ataques por todos los lados. La reputación debe ser algo inexpugnable. Siempre hay que estar alerta ante la posibilidad de un ataque, para defenderse antes de que ocurra. Mientras, hay que saber destruir al enemigo minando su propia reputación. Luego hay que tomar distancia y dejar que la opinión pública les lleve a la horca.

Todo esto me recuerda a los pocos chavalillos que antes intentaban intimidar en el instituto y hoy parecen manada por las calles de Barakaldo y otras zonas, yendo en grupo mientras intentan emular las mafias que ven en videoclips y videojuegos como el Grand Theft Auto San Andreas.

La reputación es lo que te precede. Si tus amigas saben que ligas, avisarán a sus amigas y estarán mas predispuestas, si tus compañeros saben que eres un tiburón, te mirarán con sospecha en cada momento, si saben que te metes en lios... De esos se trata. ¿Pero hasta cuándo hay que defenderla? Tanto como amor propio tengas.

Pintada en Otxarkoaga.

La vida es bella, ¿o no?

martes, 4 de noviembre de 2008

4- Decir menos de lo necesario.

Si se intenta impresionar a la gente con palabras, cuanto más se dice más ordinario se parece y menos se controla la situación. Incluso si se está diciendo algo banal, parecera original si se expresa de forma vaga, abierta y con aspecto de esfinge. La gente poderosa impresiona e intimida diciendo poco. Cuanto más se dice, más posibilidades hay de decir una tontería.

Esté capítulo va en total relación con el anterior, podrían ser el mismo. La teoría es más vieja que la humanidad, todos sabemos cómo dar cierto misterio a nuestras historias dejándolas a medias; que debemos dejar siempre alguna duda en el oyente para que cause mayor efecto. Es un truco que suelo utilizar con los amigos cuando estamos hablo de alguna cita. En el trabajo lo utilicé una vez para poner la zancadilla a un compañero de trabajo que tenía, sabía que había hecho algo mal, una cagada de las grandes, fui donde el jefe y le di la pista adecuada sin mancharme y haciendo que él me agradeciese más tarde el aviso. Vamos, que esta ley es viejísima.

Aunque debemos recordar que a veces el que calla es porque no tiene ni puñetera idea.

lunes, 3 de noviembre de 2008

3- Ocultar las intenciones.

No debemos revelar nunca el objetivo detrás de nuestras acciones para mantener a la gente desconcertada y desinformada. Si no tienen ni idea de cuáles son nuestras intenciones, no pueden preparar una defensa. Hay que llevarles lo bastante lejos por el camino equivocado, envolverlos en humo, y para cuando se den cuenta de lo que nos proponemos será demasiado tarde.

El Robert Greene este escribe cada capítulo poniendo como ejemplo hechos históricos en los que su tesis salió bien, con lo cual es complicado llevarle la contraria. Aquí nos habla de la ocultación y técnica de desconcierto para utilizar en la seducción -en lo que estoy de acuerdo- y después cómo debemos actuar para lograr nuestros objetivos mediante cortinas de humo.

Supongo que en los capítulos posteriores se complementará éste, ya que resulta algo simple en su analisis. O quizás cojo. El autor habla de la necesidad de no ser sincero en nuestras intenciones, todos los demás son nuestros enemigos y hay que mentirles y aprovecharnos de su falta de información para asestarles el golpe.

Una parte de mi ya odia a este tía -además utilizar a Kissinger como ejemplo me saca de quicio-, otra parte sabe que tiene razón.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Duda existencial.

Tengo una duda. Si tu vas a un restaurante y te sientes estafado con la comida y sorprendido cuando llega la cuenta ¿se puede considerar delito robar todo lo posible? Sea bote de ketchup, cuberteria, vasos, decoración...

Quiero pensar que no.

2- No confiar demasiado en los amigos y saber utilizar a los enemigos.

No hay que fiarse nunca de los amigos - le traicionan a uno con mayor rapidez, porque sienten envidia con facilidad-. También se convierten en unos mimados tiránicos. Pero si se contrata a un antiguo enemigo será más leal que un amigo, porque tiene más que demostrar. De hecho, hay mucho más que temer de los amigos que de los enemigos. Si no se tienen enemigos, hay que encontrar la forma de granjeárselos.

Es cierto que la amistad parte de un autoengaño que necesitamos sentir. Los amigos siempre estarán ahí para decirnos lo que queremos oir y, una gran mayoría de ellos, mentirnos o tratarnos de un modo irreal con la intención de no perdernos. Pero cuando las confianzas son excesivas la facilidad de que nos traicionen son mayores.

Este capítulo me ha parecido interesante. Como bien dice en él el autor, un enemigo nunca va a esperar nada de ti, por lo que es más fácil ganárselo con un par de gestos. Y cuando esté de tu parte, debido a la distancia establecida en el pasado, será complicado que se aproveche. Tendrás una persona leal que te tratará de forma impersonal. Vamos, el compañero ideal.

Interesante medida para probarla en el trabajo.

Perdón por las faltas e incoherencias, me he pasado casi toda la tarde en bares...